El café y las tradiciones en México

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Realizamos un recorrido por algunas ofrendas y lugares buscando las tradiciones de México en día de muertos; tradiciones que son parte de nuestra cultura y  que llaman la atención del mundo  por hacer de la muerte una celebración al recibir a los difuntos en un ambiente de color y fiesta.

Utilizando el café como nexo para develar la magia y misterio de estas fechas decidimos hacer un viaje que nos llevará a descubrir la importancia del café para honrar a los muertos.



El café es un gran aliado y su historia acompaña importantes momentos en estos rituales, el café se hace presente en las ofrendas donde pudimos encontrarlo servido en tazas y formando figuras con los granos.

El café se convierte en un amigo cuando ante la perdida de un ser querido, nos acompaña toda la noche a despedirlo.

El café es parte de nuestra cultura y la identidad que toma; abarca costumbres y momentos que integran situaciones especiales o de la vida diaria.

No es de extrañar que con la muerte suceda igual; la fueza con que Jose Guadalupe Posada integró la imágen de la muerte a los momentos cotidianos, vistiendola como la elegante catrina. Esto es solo un referente cultural al eterno juego que nos aterra y atrae, la vida y la muerte...


Entrevistamos un par de personas que son amantes del café y que lo han incluido en sus ofrendas, personas para las que el café tiene más de un significado...





"La historia de Marlene"


"A mi mamá como le gustaba el café… Durante una etapa de rebeldía  cuando yo estaba en la secundaria el café fue el vínculo con que ella logró llegar a mí. Descubrir la sofisticación de aquellos lugares donde me invitaba a tomar un café, pedir un latte, un capuchino o ya sintiendome toda una adulta, un espresso doble...  era para mí lo máximo.
En ese intímo momento empezaba a hablar de los maestros, los novios, las escapadas al parque y más....me confesaba todita y por puro gusto.
Estando con ella y el café sucedía cierta magia... ya no me encontraba con mi mamá, estaba descubriendo a mi mejor amiga. Yo disfrutaba tanto beber una taza con ella; que eso se convirtió en una costumbre, ¿Tú casa o la mía? ¿ Este café o buscamos uno nuevo? Estoy segura que en cada taza dejámos  un fragmento de las cosas que más felices nos hacían, también  de las más difíciles...
Ahora que ya no está, en la ofrenda siempre hay una taza de café para ella y yo me siento a contemplar y a recordar cuanto fue lo que compartimos. El aroma a café para mi es un recuerdo de que ella siempre me acompañará.
Marlene 30 años

La historia de Cristian

"Yo recuerdo como mi papá bebía café todas las mañanas con sus amigos, cuando yo lo acompañaba podía compartir una mesa llena de anécdotas de artistas, de productores de cine y de toda una época que en México estuvo llena de gloria.  Ese ritual se acompañaba con varias tazas de café, mientras se hablaba de Tin Tan, Maria Félix, Cantinflas, las películas de Jorge Negrete, Pedro Infante, Dolores del Río, las canciones, la música, los caballos y las haciendas..."

En particular hay una historia que siempre me gustó mucho, mi papá me contaba que una tarde cuando tenía 14 años vió estacionarse frente a él a una de las mujeres más hermosas que podía haber alumbrado la pantalla del cine mexicano. Manejaba un auto convertible rojo, con aire y porte de diva lo miró y le preguntó como llegar a una calle....

El no podía hablar de la impresión de tener a su estrella favorita de frente y solo balbuceaba señalando con cara de sorpresa. Nuestra famosa actríz dando gala del buen corazón que la caracteriza lo invitó a subir a su auto y lo llevó a tomar un café, en ese momento el adquirió  su gusto por el café y ese aire de elegancia  que conservó hasta el último de sus días.
Cristian 26 años


El café es  parte de la vida y su sabor evoca a  recordar momentos que hoy se  hacen presentes en ambas ofrendas.

Estoy seguro que todos los que tomamos café somos coleccionistas de historias, creadores de fábulas que acompañamos con una taza, quien bebé café toma el tiempo de sentarse un momento,de detenerse un minuto, se regala un espacio del tamaño de los sorbos deseados, cae en  la contemplación que le permite observar un mundo en movimiento. Despues de terminar de beberlo la energía nos devuelve a ese mundo de ajetreo; pero ese momento de reflexión, observación e incluso confesión, atesora imágenes y recuerdos.

En las ofrendas que visitamos la gente compartía que el  aroma de un buen café podría traer de vuelta a más de un difunto...y su sabor dar vida y alegría al que lo beba!

Con esa alegría que se percibe en el aire podemos apreciar que de eso se tratan estas fiestas; de celebrar y honrar a la muerte honrando a la vida, acompañando cada momento en este camino con las cosas que nos gustan, con todo aquello que nos haga bien.

Sonaban los mariachis, el aroma a copal estaba presente en el aire, las flores trazaban caminos, las velas parpadeaban encendidas, la mesa puesta con la familia reunida, alrededor de un recuerdo, de una presencia que no se olvida...

Llegó una voz que suave dijo...

"No es que este muerta, estoy dormida, traeme un café y volveré a la vida..."


 Desde la ciudad de México en el recorrido de ofrendas, nos despedimos diciendo

 ¡#Yotomocafé!





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