El avance de la tecnología ha permitido que hoy en día el tostar café sea algo cotidiano y casi invisible en los establecimientos que ofrecen esta bebida. Sin embargo, el tostar café no es algo sencillo, y existe un conjunto de reglas y procedimientos que convierten a un simple grano verde de café en uno muy aromático, oscuro y brillante.

Para tostarse hay dos formas, la tradicional o mejor conocida como de tambor, y la que es a través de lecho fluido o aire caliente. Ambos métodos son altamente eficaces pero hay quienes opinan que por el tipo de contacto que hay entre el café y el calor en el método de aire caliente, el café se tuesta más uniformemente.

En el método del tambor se lleva a cabo un tostado por medio de conducción, es decir, que el calor se va transmitiendo de grano en grano y el contacto con el fuego es más directo.

Ya sea usando uno u otro método, el verdadero arte del proceso está a cargo del tostador, en cuyas manos está el no arruinar la calidad de la bebida, y para ello debe contar ya sea con una previa buena capacitación o experiencia acumulada. Su trabajo se reflejará en su totalidad en la excelencia del café en la taza.

Parte del arte del tostado tiene también que ver con tener un espacio exclusivo para ello, lo que se exige por norma de calidad con el fin de que se produzca una combinación de olores, variedades o el ahogo del personal con el vapor de la máquina de tostar.

Otro dato interesante es que mientras más claro sea el tostado, mayor acidez tendrá en la taza y a la inversa, mientras más obscuro sea el tostado, mayor dulzura tendrá en la taza.

Entre los distintos tipos de tostado se encuentran el Tostado ligero o pálido, el Tostado medio o Americano, el Tostado Oscuro, el Tostado Francés y el Tostado italiano. Así, a medida de que se incrementen las escalas de colores obscuros en los tostados, el café tendrá características más completas, más dulces y con menor acidez.

Al terminar el tostado de los granos de café, estos deben envasarse al vacío para evitar la pérdida de sus atributos y una posible oxidación del café con el contacto con el aire. Su frescura siempre dependerá del tiempo que lleva tostado.

¿Te animas a convertirte en tostador o sólo prefieres disfrutar de una buena taza de café?

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  Su historia se remonta a la Italia del apenas naciente siglo XX, en donde desde entonces su difusión   estuvo vinculada con la urbanización y socialización, y sus precios controlados por autoridades       locales.

  Al llegar a países de habla inglesa, su popularidad se concentró en su variedad de cappuccino, para   seguir con la tradición de beber café con leche acompañado de abundante espuma. En el particular     caso de Estados Unidos, ganó aceptación en forma de latte, con o sin suero de sabor.

 Su elaboración es muy rápida ya que sólo es necesario poner una pequeña cantidad de agua casi       hirviendo bajo presión en una cafetera expreso (de la que toma su nombre), y moler muy finamente el   café para poder darle un sabor y una textura mucho más concentrados.

 Existen diferentes tipos de este café, tales como:

 Café expreso simple, sencillo o espresso, para el cual se extraen 30 mililitros de bebida de 7  gramos de café molido, con agua a 88°C y 9 bares de presión por 25 segundos.

   Café expreso doble o doppio, su nombre lo dice, es el doble del expreso, y surge de la extracción     de café a partir de alrededor de 14 gramos de café molido, por un lapso de 20 a 30 segundos,   obteniéndose 60 mililitros de bebida.

  Café expreso corto o ristretto, es el menos preferido por los italianos quienes lo describen como   “no bueno”, debido a que el resultado de su preparación resulta en una bebida muy concentrada. Se   utilizan 7.5 gramos de café molido durante 15 o 20 segundos, extrayéndose 15 mililitros.

  Café expreso largo o lungo, es diluído con un poco más de agua que los demás expresos, pues los   7.5 gramos de café se hacen pasar por 40 mililitros de agua, extrayéndose luego de 30 y 40 segundos.

  Café expreso cortado o macchiato, se le han dado los nombres de “manchado” o “marrón”, y es un     expreso mezclado con 10 a 15 mililitros de leche que puede ser caliente o fría.

  Capuchino, es una bebida de aproximadamente 150 mililitros que contiene café expreso, leche     caliente y espuma de leche. Es costumbre decorarle con canela en polco o cacao.

  Latte macchiato, consiste en mezclar una taza de leche entera con una pequeña cantidad de café   expreso, y en algunos lugares se le conoce también como “lágrima”, “tetero”, “blanco” o “leche   manchada”.

 Hoy en día muchas personas adultas no se sienten preparadas para comenzar su día hasta después de   tomar una taza de café, lo cual es sin duda un exquisito ritual.

 La cafeína es la droga psicoactiva más usada alrededor del mundo y funciona químicamente brindando ese impulso de energía que hoy en día tanto necesitamos en un ambiente cargado de responsabilidades laborales y escolares.

 Aunque consumir cafeína en exceso podría resultar nocivo para nuestra salud, la substancia tiene   efectos positivos sobre nosotros. Al ser un estimulante del sistema nervioso central, la cafeína   además de incrementar el estado de alerta, puede mejorar el estado anímico, pues bloquea a la   adenosina, permitiendo que la dopamina y la glutamina aumenten y nos hagan estar más alerta, con un   mejor ánimo y menos aburridos.

 De acuerdo a algunas investigaciones, la cafeína también previene la depresión, especialmente   cuando se consume en forma de café. Estos mismos estudios han concluido que en ocasiones en el   caso de los hombres la substancia también ha disminuido el riesgo de suicidio.

  En el año 2005 el Dr. Florian Koppelstaetter y otros médicos de la Universidad Médica de Innsbruck    en Austria presentaron un estudio que mostró que el consumo de cafeína activa los lóbulos frontales     del cerebro, los cuales son responsables de la memoria y la atención a corto plazo. Por ello, se     infiere que la cafeína puede aumentar dichas funciones en las personas.

 Según algunos estudios, la cafeína beneficia y mejora ciertos tipos de memoria, especialmente a la   capacidad de recordar información directa y listas de palabras. Además, que las personas   extrovertidas que consumen cafeína logran mejores resultados en la memoria laboral que las   introvertidas.

 Un beneficio más de la cafeína consumida ya sea en bebidas energéticas, café, té o pastillas, es que   incrementa la capacidad de concentración, especialmente cuando la persona se encuentra fatigada.

 Así que recuerda, disfruta de las bondades que brinda esta substancia exquisita pero siempre con   moderación.

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